Los datos sirven para valorar el desempeño de los recursos, para medir el cumplimiento de los planes, para controlar la ejecución de los presupuestos, para mostrar a los socios y a los analistas de las entidades la realidad económica de la empresa, para declarar a Hacienda la información relativa a la actividad... y todos ellos necesitan unos datos de calidad.
Tenemos una responsabilidad en la calidad de los datos que se generan en la empresa.
Para asegurar la calidad de los datos es necesario poner en marcha los procesos adecuados, con la cantidad de recursos suficiente y auditar periódicamente tanto la veracidad de la información, como el cumplimiento de los procedimientos puestos en marcha.